Me gustaría ser como mi gato, y es que como dice François René de Chateaubriand: "Del gato me gusta su temperamento independiente e ingrato, que le impide sentir apego por alguien; la indiferencia con que pasa del salón al tejado. El gato vive solo. No necesita sociedad alguna."
Supongo que sería mi felicidad, "no necesitar sociedad alguna" ni sentir apego por nadie, supongo que si no fuera feliz, mi vida sería mucho mas sencilla. Y quizá la disfrutara mas. No sentiría remordimiento sobre mis benefactores, ni necesitaría de nadie, y además, como mi gato, me encantaría ser una mantenida sin remordimientos. Salirme siempre con la mía y seguir burlando a la gente con solo poner cara de "sufro mucho".
Gozar y exigir de todos los lujos que provee una persona a la que preferiría evitar siempre que pueda, y sin embargo seguir siendo amada por ésta.
Y es que ¿Quién no preferiría algo así? Ser el amo, ser elegante, ser en si mismo una obra de arte, saberlo, y jactarse de ello, exigiendo adoración.
Supongo que los gatos se formaron en primer lugar en la fila de repartición de privilegios. Y escogieron ser animales domésticos para ser adorados y tener a su disposición a los fieles esclavos en la comodidad de su casa. Para que, al mas mínimo maullido, sean atendidas sus demandas.
Creo que en estos momentos de mi depresión crónica no es bueno tener a un gato de “compañía” ya que hace mas evidente mi soledad en este mundo.
Supongo que sería mi felicidad, "no necesitar sociedad alguna" ni sentir apego por nadie, supongo que si no fuera feliz, mi vida sería mucho mas sencilla. Y quizá la disfrutara mas. No sentiría remordimiento sobre mis benefactores, ni necesitaría de nadie, y además, como mi gato, me encantaría ser una mantenida sin remordimientos. Salirme siempre con la mía y seguir burlando a la gente con solo poner cara de "sufro mucho".
Gozar y exigir de todos los lujos que provee una persona a la que preferiría evitar siempre que pueda, y sin embargo seguir siendo amada por ésta.
Y es que ¿Quién no preferiría algo así? Ser el amo, ser elegante, ser en si mismo una obra de arte, saberlo, y jactarse de ello, exigiendo adoración.
Supongo que los gatos se formaron en primer lugar en la fila de repartición de privilegios. Y escogieron ser animales domésticos para ser adorados y tener a su disposición a los fieles esclavos en la comodidad de su casa. Para que, al mas mínimo maullido, sean atendidas sus demandas.
Creo que en estos momentos de mi depresión crónica no es bueno tener a un gato de “compañía” ya que hace mas evidente mi soledad en este mundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario